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Las fresas son el símbolo de Venus y por su forma de corazón siempre han sido también símbolo de pureza, pasión y curación. Se han utilizado como símbolo en la literatura y la pintura a través de los siglos. |
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Otelo regala a Desdémona un pañuelo decorado con fresas como símbolo de su amor eterno y que se convierten en símbolo de muerte y venganza. (W.Shakespeare) |
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«Sin duda, Dios podría haber hecho una fruta mejor, pero, sin duda no lo hizo». Frase acerca de las fresas de William Butler Yeats, poeta y dramaturgo irlandés, premio Nobel de literatura en 1923. |
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Se decía que Madame Tallien (Teresa Cabarrús), una española de Carabanchel y figura prominente en la corte del emperador Napoleón, se bañaba en jugo de fresas frescas. Suponemos que no era una persona de baño diario. |
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En Baviera los campesinos siguen practicando todas las primaveras el rito de atar pequeñas cestas de fresas salvajes a los cuernos de sus animales como ofrenda a los elfos. Ellos creen que los elfos, que son unos apasionados de las fresas, en agradecimiento les ayudarán a producir becerros sanos y abundancia de leche a cambio. |
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Los nativos americanos ya comían fresas cuando llegaron los europeos. Trituraban las fresas, las mezclaban con harina de maíz y las horneaban para hacer una especie de torta. Debía ser una versión de los pasteles fresa actuales. En 1780, se desarrolla en Estados Unidos el primer híbrido de la fresa, el «Hudson». |
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Los antiguos romanos usaban las fresas para aliviar la melancolía, desmayos, todo tipo de inflamaciones, fiebres, infecciones de la garganta, piedras en el riñón, mal aliento, ataques de gota, enfermedades de la sangre y el hígado… |
