Calabacín tradicional y rayado

El calabacín es una hortaliza de verano. Los ejemplares más sabrosos se recogen entre los meses de julio y septiembre. Se recolectan tiernos, sin haber alcanzado su tamaño definitivo. El rayado es una de las muchas variedades de calabacín cultivadas Muy tiernos y de sabor muy suave, los calabacines son ideales para consumir en pistos, tortillas, cremas, rellenos… O simplemente a la brasa

Firmes al tacto, compactos, pequeños o medianos, sin manchas en la piel y pesados en relación con su tamaño. Los calabacines presentan propiedades nutritivas propias. Es un alimento de bajo aporte calórico, idóneo para incluir en la dieta de personas con exceso de peso. En su contenido vitamínico cabe destacar la presencia discreta de folatos y vitamina C. Estos también contienen vitaminas del grupo B como B1, B2 y B6, pero en menores cantidades. Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. El calabacín es una buena fuente de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro.

Calabacín rayado
Flor de calabacín

Cultivados en todas las regiones cálidas de la Tierra desde tiempo inmemorial. Existen pruebas de que ya era consumida por los egipcios, griegos y romanos. Sin embargo, fueron los árabes quienes extendieron su cultivo por las regiones mediterráneas. En estas se convirtió en un alimento de consumo habitual en la Edad Media. En el norte de Europa, su consumo fue más tardío y no tuvo lugar hasta la II Guerra Mundial.

Calabacín bodegón