La col lombarda, también conocida por col roja o morada, tiene un sabor ligeramente dulce y delicado. Presenta una cabeza compacta de un intenso color morado que le da un gran atractivo. Es una variedad de la col común.
Tiene muy pocas calorías. Un plato entero de romanesco solo tendrá un total de 30 calorías, pero contiene muchos minerales y vitaminas. El romanescu es una fuente inagotable de magnesio, cobre, fósforo, vitamina C, vitamina S, calcio, ácidos grasos y ácido fólico, entre otras sustancias. Por su aporte en vitaminas, sales minerales y azufre, en la Edad Media se la llamó “el médico de los pobres”.
Puede comerse tanto cruda como hervida, salteada combina a las mil maravillas con frutas, frutos secos, quesos… es una guarnición ideal y también se emplea encurtida y en conservas.
Para su conservación, lo mejor es introducir el repollo dentro de una bolsa perforada en el frigorífico a ser posible en uno de los cajones, para aislarlo y evitar que su olor impregne al otros productos. Así puede aguantar en buenas condiciones de dos a tres semanas.